jueves, 30 de septiembre de 2010

Entrevista exclusiva con Ricardo Arjona

Ricardo Arjona, célebre cantautor guatemalteco, volvió a su terruño por la dolorosa noticia de la muerte de su padre. Impacto Mediático, al igual que toda la prensa nacional y extranjera acreditada en Guatemala, quiso abordarlo en esta mala hora  para conocer sus impresiones.


Sin embargo, Arjona se negó a declarar y, mucho menos, ofrecer entrevistas. Sin embargo, por el cariño que le tiene a este medio electrónico, y por considerarlo el periódico más veraz y menos irónico, aceptó responder a unas preguntas; al verlo en un lugar en el camposanto donde enterraron a su padre, mientras descansaba del bullicio y se había alejado de la gente, este reportero se acercó para entrevistarlo.

- Impacto Mediático: Disculpe, señor Arjona, ¿puedo acompañarlo a estar solo?
- Ricardo Arjona: Claro que sí, me extraña. Siempre estoy abierto para medios de comunicación tan prestigiosos.

- I.M.: Sabemos que es un momento muy difícil con la muerte de su padre. ¿Podría contarnos qué pasó?
- R.A.: Sí, cómo no. Fijate que esa noche, Jesús afinó mi guitarra y agudizó mis sentidos. De esa cuenta, pude escuchar que me llamaban por teléfono.

- I.M.: ¿Y quién era?
- R.A.: Era mi papá, que me decía que se estaba muriendo. Me pedía que viajara a Guatemala porque se sentía muy mal. Me dijo: “S.O.S, rescátame”.


- I.M.: Palabras muy tristes. ¿Y qué pensó usted?
- R.A.: Yo le dije: “Papá, todo va a estar bien”. Y él me dijo que ya era lo último.

- I.M.: Usted se quedó mudo, me imagino…
- R.A.: Sí, me puse a llorar, y comprendiendo que se iba, le dije: “Déjame decir que te amo”.

- I.M.: ¿No como lo dicen tantos?
- R.A.: No, como lo dice todo el mundo.

- I.M.: ¿Y se lo dijo?
- R.A.: Sí, pero me parece que no me escuchó. Así que me fui corriendo al aeropuerto, pero quiso la vida que no podía ir tan rápido.

- I.M.: ¿Por qué?
- R.A.: Lo que pasa es que me subí a un taxi, y el piloto me contaba una historia de que una vez se subió una rubia, que lloraba porque su esposo la engañaba. Pero con la historia, conducía despacio.

- I.M.: ¿Pero llegó a tiempo al aeropuerto?
- R.A.: Ah, yo sentía que los minutos pasaban. Porque los minutos son como sal en la herida. Se me pasaba la vida gastando el reloj, y como no hay reloj que dé vuelta hacia atrás.

- I.M.: ¿Y a Guatemala, llegó tarde?
- R.A.: Sí, llegamos tarde, lo vi pero el no me vio. Nos hubiéramos reconocido enseguida, pero tarde. Maldita sea la hora.

- I.M.: ¿Había muerto?
- R.A.: Sí, se fue del otro lado del Sol.

- I.M.: ¿Y cómo se sintió?
- R.A.: Quise guardar el tiempo en una botella.

- I.M.: ¿Y después del primer impacto, cuál fue su reacción?
- R.A.: Bueno, primero de la pura cólera, me dije “Por qué es tan cruel el amor”. Quise buscar ayuda profesional; grité: “Ayúdame, Freud”. Pero ya después reaccioné, y pensé que si el norte fuera el sur, mi papá, en vez de ser enterrado en el Cementerio Las Flores, hubiera sido enterrado en el Pere Lachaise, en París.

- I.M.: ¿Y ahora cómo se siente?
- R.A.: Pues ya estoy más tranquilo, pero me preocupa mi mamá. Ella hace 30 años que ya no es señora de las cuatro décadas, pero le va a hacer falta mi papá. Claro está; ella ya dormía con pingüinos en la cama, porque mi padre hace mucho que no (hizo una seña, levantando el dedo índice), pero le va a hacer falta su compañía.

- I.M.: ¿Cuándo se va?
- R.A.: Pues, me voy hoy mismo, porque traje poquita ropa, y no me puedo quedar más. Si vieras que este calzoncillo ya le di vuelta…

- I.M.: ¿Qué opina de la situación actual del país?
- R.A.: Mirá…, mi país es, más que mi patria, mi raíz; más que mi suelo, la matriz que me enseñó a partir pensamientos. Pero me da pena. Si yo fuera diputado, sería un tipo bien intencionado; promovería la industria igual que a Chepe, el del mercado.

- I.M.: ¿Y cómo ve a México?
- R.A.: Me preocupa lo ocurrido hace poco en Tamaulipas, con la masacre a los mojados, ya que ellos tenían ganas de secarse. Lo que no entiendo es que la Luna, suave, se desliza por cualquier cornisa sin permiso alguno, ¿por qué el mojado precisa comprobar con visa que no es de Neptuno?

- I.M.: ¿Por qué aceptó darme una entrevista a Impacto Mediático y no a otros medios?
- R.A.: Yo les dije que no, pero les lancé un sí camuflajeado. Como dije en una canción, cuando me dicen que no, es sí, y cuando digo que sí, es sí. Pero creo que no me entendieron.

-I.M.: ¿Qué opina de Impacto Mediático?
- R.A.: Para mí, el problema no es que mientan; el problema es que creemos.